miércoles, 17 de febrero de 2010

la feina

aquest matí cel rogent
i molt de vent
però no plou a la ciutat
arribo puntual
tu et tornes a dormir
prenem un cafè?
sé que això anava abans
però m'has agafat amb son
ara ja veig les lletres del teclat
al tocar les 11...
baixem?

saber que eres tú

todo se perdió en la mirada esquiva
en las conversaciones raras con tabaco
en la cama rota de tanto dolor
en el vino blanco y los espaguetis fríos
nada viejo entre los dos
el ir y venir de un sexo programado
las piernas que tiemblan
y las que emprenden el camino hacia casa
una pena cuando llega el sueño agitado
es cuando ya no queda nada entre los dos.

martes, 16 de febrero de 2010

matí

suc de taronja
i els meus pits et busquen adormits
foscor i fa fred
encara no canten els ocells
la quietud del mar t'avisa del dia que tindràs
quina sort
quin llit tan gran
les notícies de fons
entre llançols morats
esperant els primers rajos de sol
incapaç de llevar-me
i amb ganes de fer pipí
val la pena obrir els ulls
el dia serà curt
i mica en mica em vaig despertant

que passi ja

esperant un indult
un canvi de llavi
una clau trencada al pany
la sortida correcta
la nova cova i els llençols nets
fa corrent i tinc fred
fora d'aquí ja no ets tan valent
miraré amb desídia
un dia d'aquests
ho sabràs per les mans
que t'ignoraran
i sortirà el sol
poc temps després

lunes, 15 de febrero de 2010

felicitats!

el minut perfecte que ho va canviar gairebé tot
el segon exacte que ens va tenir en compte
el destí amable vestint de negre
la verdura amb orenga
la promesa eterna d'una paella
la tortura del fred al novembre
l'agonia del suor al juliol
sobre la gespa humida
tu dorms sobre les meves cames
i elles amb tu
la soledat d'un cafè sense tu
la baralla quotidiana
l’estridència d’un abraçada
el secrets que guarden els ascensors
la pausa, el descans de nosaltres mateixos
la conversa feixuga
el petó àcid i rebutjat
inesperat al mig de tota la confusió
la passió que no es canalitza
desfetes i plors al final
crits a l’ombra d’una cabina
un dia sóc amb tu al tren
cantant-te en silenci davant tothom
l’estiu de les cançons per sempre
un estona de la mà
i una altra un sobre l’altre
que mai no s’acabi aquest record
que sonin les lletres de manel
que el ramón em tregui a ballar
el joe encara punxa al pis a vilanova
podria quedar-me en el bol d’amanida
en la taula per dos i menjar per un
en les tardes que dèiem allò d’una sola birra
en els matins grisos i el llit mullat
amb l’edredó suat
enganxada a la teva samarreta
no trobo manera d’escapar
perquè no n’hi ha
a la mirada nostra
ni a l’espai estel•lar que creà la migdiada
el bucle manifest
d’una vida incompleta
que si ho és
és sense tu.

lunes, 8 de febrero de 2010

besoderechenna.com

Era una mañana como todas las que pasan en otoño. Son las diez y aún siguen durmiendo. Entre plumas y restos de palomitas de ayer. La luz blanca los va despertando. A tientas abren los ojos. Pero al poco vuelven a sus sueños privados. A las once, más frío que calor al salir de la ducha. El café con la leche más caliente que tibia. Huele a tostadas con mantequilla mientras las noticias suenan para nadie. Van de la mano, pasan por un parque y alguien piensa por pensar en cómo sería tener hijos. Sin saber que comerán, se acercan al puesto del pescado. Les encanta decidir los platos del día paseando por el mercado. En un momento dado se abrazan. Se dan cuenta de lo afortunados que son. Lechuga, pasas, queso de cabra, pimiento rojo, verde y amarillo, pechuga de pollo, limón y la botella de vino tinto. De vuelta a casa, el viento les enrojece la cara. Se protegen entre ellos y se miran de aquella manera tan particular. Quieren poder hacerse daño el uno al otro para luego poder perdonarse. En casa suena Manel. Van cantando y el fuego encendido. Huele a cebolla que va dorándose. No esperan a la mesa para abrir el vino. Se sirven dos copas y van dando sorbitos. La película de anoche fue terrible. Ríen sobre eso y sobre muchas cosas más. Nada se pierde en las miradas ni en la conversación. Tonterías que son más de ellos que de nadie. Piensan en el instante perfecto que los tuvo en cuenta y los unió. Sobre la mesa el libro inacabado y un Cd medio rayado. Es inevitable el gesto que los une. Se abrazan y con un delicado tono de voz, alguien recuerda que el pollo está en el fuego. De nuevo un beso. Hay agua fría en la nevera. La que recuerda a aquella mañana. Alguien hacía café y el silencio era espectral. El olor a ayer se iba esfumando por la ventana. El recuerdo de la primera vez y la ensalada ya está servida. Un toque de miel y ponen un mantel de flores moradas. Sus manos hoy son sólo dos. A penas queda vino ya. Sentados se acuerdan de en quien pueden confiar. Quieren ir a Garraf y tomar un café. Hablan sin parar. El tiempo pasa para cada uno pero no para los dos. Afuera sigue habiendo viento y un cielo blanco. No llueve en la ciudad. Están en un lugar superior. Se dibuja una recta perfecta con una furia desmedida. Música tranquila para el último sorbo de vino. La canción no habla de ellos pero se quedan en ella. Así se quieren. Así se vuelven a la cama. Cae la noche y la idea de un café en Garraf. Ambos piensan en lo suave de sus pieles. En la alegría de poder tocarse. Hace demasiado calor en la habitación pero les gusta así. Es su única forma de hacerlo. Va pasando un día más de vino y besos.